lunes, 23 de septiembre de 2013

BUÑUELOS DE MEJILLONES

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Hoy vamos a preparar unos buñuelos de mejillones. Los mejillones son un fruto del mar, el cual podemos encontrar fácilmente en cualquier supermercado o pescaderia de confianza a un precio bastante asequible.

Los mejillones son una rica fuente de muchas vitaminas y minerales esenciales. Los mejillones son ricos en vitaminas del complejo B, vitamina C, ácido fólico, hierro, fósforo, manganeso, selenio y zinc. Tienen la capacidad de eclipsar a la mayoría de alimentos cuando se trata de su vitamina B12, selenio y manganeso. 80 gramos de mejillones cocidos, nos proporcionan 20,4 microgramos de vitamina B12, cumpliendo con el 340 por ciento del valor diario recomendado de este nutriente. La vitamina B12 es esencial para la salud del sistema nervioso, la formación de los glóbulos rojos y para el adecuado crecimiento y desarrollo. En la misma cantidad de mejillones también encontramos un 108 por ciento del valor diario recomendado de selenio y un 288 por ciento de manganeso. El selenio es importante para la función del sistema inmunológico y da apoyo a la glándula tiroides, mientras que el manganeso está implicado en la salud ósea y el metabolismo energético. Gramo por gramo, la carne del mejillón fresco, como muchas variedades de pescados y mariscos, ofrece la misma cantidad de proteína de alta calidad como la carne roja, pero mucho menos grasa, especialmente de la grasas "malas" o de las grasas saturadas. Aproximadamente contienen entre el 50 y el 75 por ciento de las calorías de los diferentes tipos de carne roja. Medio kilo de mejillones con su concha o una ración de aproximadamente 15 mejillones, proporcionan la misma cantidad de proteína como las que hay en un bistec de 170 gramos, pero sin embargo, sólo contiene una pequeña cantidad de la grasa saturada que contiene este bistec. El consumo de alimentos ricos en proteínas de alta calidad, como es el caso de los mejillones, nos aporta beneficios para nuestra salud, cuidando nuestro corazón y aportando fibra a nuestra dieta. Esto último puede ser interesante, si queremos controlar nuestra figura.Los mejillones tienen un bajo contenido en grasas totales y saturadas, pero este tipo de moluscos, son una de las fuentes más ricas en un ácido graso insaturado beneficioso para nuestro corazón. Este ácido es conocido colectivamente como ácido graso omega-3. En una ración de 85 gramos de mejillones cocinados al vapor, hay más de 700 mg de ácidos grasos omega-3. Los ácido grasos omega-3, especialmente los que provienen del pescado y del marisco, nos ofrecen beneficios cardioprotectores, disminuyendo el riesgo a desarrollar latidos cardiácos anormales y regulan los niveles de triglicéridos y en general, los niveles de grasa en la sangre. Ambos de estos beneficios contribuyen a una reducción del riesgo de ataque cardíaco o de muerte súbita por enfermedad cardiaca.Entre las propiedades nutricionales de los mejillones cabe destacar que tiene los siguientes nutrientes: 4,20 mg. de hierro, 10,18 g. de proteínas, 80 mg. de calcio, 0 g. de fibra, 282 mg. de potasio, 1,80 mg. de zinc, 3,40 g. de carbohidratos, 32 mg. de magnesio, 296 mg. de sodio, 54 ug. de vitamina A, 0,16 mg. de vitamina B1, 0,22 mg. de vitamina B2, 3 mg. de vitamina B3, 0,50 ug. de vitamina B5, 0,08 mg. de vitamina B6, 0 ug. de vitamina B7, 33 ug. de vitamina B9, 3,20 mg. de vitamina C, trazas de vitamina D, 0,75 mg. de vitamina E, 0,10 ug. de vitamina K, 200 mg. de fósforo, 72 kcal. de calorías, 126 mg. de colesterol, 1,96 g. de grasa, 3,40 g. de azúcar y 112 mg. de purinas.

INGREDIENTES


  • 3kg. de mejillones frescos.
  • Aceite de oliva.
  • 250gr. de harina.
  • Sal.
  • 2 dl. de agua tíbia.
  • Salsa tártara.
PREPARACION

Primero vamos a preparar el rebozado mezclando la harina con el aceite de oliva y la sal y dejamos que espese durante la preparación de los mejillones.

Se abren los mejillones, metiéndolos unos minutos en el horno y cuando estén abiertos se sacan los mejillones de las conchas.
Cuando ya tengamos los mejillones separados de las conchas, preparamos aceite de oliva en una sartén a fuego fuerte y vamos rebozando los mejillones uno por uno y echándolos en el aceite caliente para freírlos.
Los mantenemos en el aceite caliente hasta que se doren, procurando que cada buñuelo adquiera el mismo color dorado por todos los lados, ya que éste color dorado, será lo que nos avisará de que están correctamente fritos.

Preparamos un plato limpio con un par de servilletas de papel una sobre otra, para que al poner encima los buñuelos de mejillones, escurran en exceso de aceite tras haberlos frito.

Conforme vayamos friendo los bueñuelos de mejillones, los vamos sacando con unas pinzas o una espumadera, e intentaremos escurrirlos un poco antes de ponerlos en el plato sobre las servilletas para que terminen de escurrir el aceite de la fritura.

Cuando los tengamos todos fritos ya, acompañamos el plato con salsa tártara y adornamos el plato con unas ramitas de perejil o hierbabuena.

Espero que os guste.