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Hoy vamos a sorprender a toda la familia con una sopa de yogurt. La sopa de yogurt es un plato innovador con un nivel de dificultad en su preparación sencillo aunque requiere algo de tiempo.
La lactosa se encuentra en la mayoría de productos lácteos como la leche, el queso, el yogurt, el helado... Algunos alimentos suelen presentar en su etiqueta un símbolo, indicando que no contienen lactosa. Además, se puede comprobar la composición de cada producto en su etiqueta: en ella, los ingredientes aparecen ordenados en orden decreciente en función de la cantidad en la que se encuentran presentes.
Los productos basados en leche fermentada como el yogurt contienen bacterias, ácido lácticas vivas no patógenas que ayudan a la digestión de la lactosa, por lo que pueden ser mejor tolerados por personas con intolerancia a la lactosa leve o moderada.
Tener problemas para digerir la lactosa no significa necesariamente renunciar a llevar una vida normal. Por ejemplo en aquellos casos de intolerancia aguda pueden consumirse tabletas de enzima lactasa para hacer las digetiones más fáciles. O bien puede añadirse a las comidas en su forma líquida, para ayudar a digerir la lactosa que contienen los alimentos.
Por otra parte, la situación más frecuente de la mayoría de personas intolerantes a la lactosa es otra, ya que habitualmente pueden ingerir pequeñas cantidades de lactosa sin consecuencias. Par las personas que se encuentran en esta situación, una buena alternativa a la leche son sus derivados y en especial el yogurt.
En la literatura científica existen muchos estudios que demuestran la capacidad del yogurt para aliviar los sintomas de intolerancia a la lactosa en individuos con un déficit de lactasa. Esta acción terapéutica se debe a la presencia en el yogurt de bacterias ácido vivas en cantidades optimas (18 bacterias /ml) que ayudan a la digestión de la lactosa.
El proceso de fermentación propio del yogurt permite deshacer parte de la lactosa que contiene, haciendo más fácil su digestión. Además es un producto que, al conservar los nutrientes de la leche, es importante fuente de proteínas, vitaminas y calcio.
A diferencia de los productos pasterizados después de la fermentación (que no contienen microorganismos vivos), el yogurt ha demostrado tener una capacidad terapéutica para las personas con intolerancia a la lactosa.
Por todo ello, los productos lácteos fermentados que contienen cultivos activos, son muy recomendables como sustitutivos de la leche para las personas intolerantes a la lactosa.
INGREDIENTES
- 4 yogures naturales.
- Leche.
- 1 pepino mediano.
- 1 limón.
- 1 calabacin.
- Ajo.
- 1 cebolla.
- Aceite de oliva.
- Perejil.
- Sal.
PREPARACION
Prepare en una fuente el pepino, el calabacín, la cebolla y 2 dientes de ajo, todo ello pelado y picado muy menudo.
Vierta encima el zumo de 1 limón y 2 cucharadas de aceite de oliva.
Deberá macerarse durante media hora como poco. Luego bata los yogures con un poco de leche y toda la mezcla macerada.
Compruebe la sal y sirva la sopa en boles, espolvoreando encima el perejil lavado y muy picado.
Esta sopa, es una sopa fría.
Espero que os guste.