sábado, 20 de septiembre de 2014

BACALADILLAS AL LIMON

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Hoy vamos a cocinar un plato con sabores fusionados y con unos ingredientes económicos de verdad.
Las bacaladillas son un pescado que podemos encontrar en cualquier pescadería de confianza o en nuestro super habitual.

La bacaladilla, como ya hemos mencionado antes, es un pez de agua salada. Al ser un pez de carne blanca resulta mi rico, sabroso y el sabor que presenta es muy agradable al paladar, sobretodo para los más pequeños de la casa.

La receta de hoy es muy sencilla, necesitaremos:

INGREDIENTES

  • 1kg. de bacaladillas (Grandes si puede ser).
  • 200gr. de harina de trigo.
  • 1 limón cortado a rodajas.
  • Aceite de oliva.
  • Sal.

PREPARACION

Primero limpiaremos las bacaladillas quitándole a cada una la cabeza y las vísceras. Cuando ya hayamos limpiado todos los peces, los lavaremos debajo del grifo del agua uno a uno para asegurarnos de que no le queda ningún resto de las tripas que hemos quitado anteriormente.

Ya limpio el pescado, ponemos el aceite de oliva en la sartén para freír las bacaladillas. La cantidad de aceite que pondremos en la sartén será la que decida el cocinero/-a, y lo pondremos al fuego para calentarlo.

Mientras se calienta el aceite al fuego, verteremos la harina de trigo en recipiente para enharinar las bacaladillas.
Ponemos cada bacaladilla en una superficie para sazonar al gusto y luego una por una las iremos enharinando, y sacudiremos levemente para eliminar el exceso de harina de cada una de ellas para depositarlas en el aceite caliente. Repetiremos esta acción tantas veces como sea necesario hasta cubrir la superficie de la sartén en la que vamos a freírlas sin que las bacaladillas se monten unas encima de las otras.

Mientras se van friendo los peces, cogeremos 2 ó 3 rodajas de limón y las echaremos también en la sartén junto con el pescado.

Cuando los peces estén dorados sabremos que ya están en el punto perfecto de fritura y procederemos a sacarlos uno a uno ayudándonos con unas pinzar metálicas o de madera.



Y ya tenemos nuestras bacaladillas al limón.

jueves, 3 de julio de 2014

HOJALDRES DE SARDINA CON ALCAPARRAS

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Hoy vamos a preparar un delicioso aperitivo se sardinas. Hoy vamos a preparar unos hojaldres de sardinas con alcaparras.
La sardina es un pescado azul o graso -posee casi 10 gramos de grasa por cada 100 gramos de carne- y es muy buena fuente de omega-3, que ayudan a disminuir los niveles de colesterol y de triglicéridos, además de aumentar la fluidez de la sangre, lo que disminuye el riesgo de aterosclerosis y trombosis. Por este motivo, es recomendable el consumo de sardinas y otros pescados azules en enfermedades cardiovasculares. Su contenido proteico también es elevado. Entre las vitaminas se encuentran algunas del grupo B como la B12, B1 o Niacina, que permiten el aprovechamiento de los nutrientes energéticos (hidratos de carbono, grasas y proteínas). Intervienen en numerosos procesos de gran importancia como la formación de glóbulos rojos, la síntesis de material genético, la producción de hormonas sexuales, etc.
La sardina contiene también cantidades significativas de vitaminas liposolubles como A, D y E. La primera contribuye al mantenimiento, crecimiento y reparación de las mucosas, piel y otros tejidos del cuerpo. Favorece la resistencia frente a las infecciones y es necesaria para el desarrollo del sistema nervioso y para la visión nocturna. También interviene en el crecimiento óseo, en la producción de enzimas en el hígado y de hormonas sexuales y suprarrenales. Por su parte, la vitamina D favorece la absorción de calcio y su fijación al hueso, y regula el nivel de calcio en la sangre. En cuanto a los minerales, la sardina contiene fósforo, magnesio, potasio, hierro, zinc y yodo. El fósforo está presente en huesos y dientes, interviene en el sistema nervioso y en la actividad muscular, y participa en procesos de obtención de energía. El magnesio se relaciona con el funcionamiento del intestino, los nervios y los músculos, y además forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante. El hierro es necesario para la formación de hemoglobina, proteína que transporta el oxígeno desde los pulmones a todas las células, y su aporte adecuado previene la anemia ferropénica. En cuanto al contenido en yodo de la sardina, éste es significativo, si bien abunda más en otras especies de peces. Este mineral es indispensable para el buen funcionamiento de la glándula tiroides que regula numerosas funciones metabólicas, así como el crecimiento del feto y el desarrollo de su cerebro. Las sardinas de lata presentan un contenido de calcio muy importante porque se consumen junto con la espina. En concreto, aportan unos 314 miligramos de calcio por 100 gramos. El inconveniente que presenta la sardina para la salud se limita a quienes padecen hiperuricemia o gota, dado su contenido en purinas, que en el organismo se transforman en ácido úrico.

Por otro lado las alcaparras, tienen un sabor ácido, salado, amargo y picante, son tónicas y abren el apetito. Otro aspecto que resalta hace referencia a suspropiedades protectorassobre los condrocitos (células que conforman el tejido cartilaginoso). De igual forma, tiene un gran poder antiinflamatorio antioxidante esencialmente debido a la presencia de flavonoides como la quercetina y el kaempferol.
La alcaparra ayuda a controlar algunas enfermedades inflamatorias, reumáticas o la hipertensión, además, su aroma, facilita la secreción de jugos gástricos.
Por otro lado, la alcaparra en un condimento ideal para personas que desean perder peso, ya que está constituida fundamentalmente por agua, con muy poca cantidad de grasa y carbohidratos, por lo que su contenido calórico resulta muy bajo. Por esta razón se recomienda la inclusión de las alcaparras en dietas para perder peso.

INGREDIENTES

  • Masa hojaldrada. (La podéis encontrar en vuestro supermercado de confianza fresca o congelada, las dos son aptas para preparar este plato).
  • 8 ó 10 sardinas frescas medianas.
  • Alcaparras.
  • Mantequilla.
  • Pimiento rojo asado.
  • Aceite de oliva.
  • 1 limón.
  • Vinagre de vino.
  • Sal
  • Pimienta negra molida.
  • Orégano.
PREPARACION

Lo primero que vamos a hacer es limpiar y preparar las sardinas. Para ello, quitamos las escamas a cada una de las sardinas. Una vez limpias de escamas, las limpiamos quitando las vísceras.
Ya sin escamas y sin vísceras, procedemos a sacar dos filetes de cada sardina para eliminar la espina.
Quitamos a cada filete las espinas del vientre ayudándonos de un cuchillo muy afilado para que los cortes sean limpios.
Cuando tengamos totalmente limpios de espinas los filetes, los maceraremos durante unos 15-20 minutos en un recipiente.
Para preparar el macerado pondremos en un recipiente 1/2 vaso de agua, el zumo del limón, 1/4 vaso de vinagre de vino, 1 cucharada sopera de sal y un par de toques de pimienta negra molida.
Cuando tengamos todos los ingredientes del macerado en el recipiente, lo mezclamos hasta que la sal se disuelva y acto seguido vamos introduciendo en la mezcla los filetes de sardina poniéndolos todos con la parte de la piel hacia arriba y procurando que no se queden amontonados.
Dejamos reposar entre 15-20 minutos.
Tras el tiempo de maceración sacamos los filetes de sardina y los dejamos escurrir el agua unos minutos.
Precalentamos el horno a 180º mientras preparamos la masa de hojaldre.
La masa de hojaldre, la cortaremos en rectángulos.
Tras el tiempo de maceración, ponemos en cada rectángulo de masa de hojaldre una base de alcaparras, un toque de orégano, un filete de sardina o 1/2 dependiendo del gusto o del tamaño de cada hojaldre, una tira de pimiento rojo asado y terminamos con otro toque de pimienta negra molida.
Cerramos la masa de hojaldre con todos los componentes y los vamos dejando uno a uno en la bandeja en la que se van a hornear, procurando dejar el cierre de la masa hacia arriba.
Ya puestos todos los hojaldres de sardina en la bandeja, ponemos encima de cada uno un poquito de mantequilla, ya que la mantequilla suavizara el sabor, le dará ese toque jugoso y además actuará como un tapa-juntas alimenticio perfecto.
El tiempo de horneado oscila entre los 15 y 20 minutos, yo personalmente os recomiendo que coloquéis la bandeja del horno a media-baja altura y vayáis controlando la cocción, ya que dependiendo del cada horno, pueden quedar crudos o se pueden quemar.

Espero que os guste.